hay días como hoy en que uno realmente quisiera escribir demasiado escribir tanto y de una sola inspiración y con tal agresividad en las manos que esta entrada se desborde de letras nacidas de angustias de frustraciones de sonrisas de tiroteos de danzas de mentiras de verdad mentiras de verdad o verdades de mentira verdades tan ciertas como el alcohol de los sábados que te hace ver la vida más clara y te dibuja con una nitidez envidiable como el solo solo ronquido el solo bostezo el solo suspiro el solo lobo el solo perro el solo boceto de poeta que un día se levantó y decidió ser feliz pero sin la más mínima idea de como hacerlo sin la más mínima idea de cómo cometer errores porque de eso se trata la felicidad compadre se trata del uso y abuso de cometer errores del gusto vanal y exquisito de la inutilidad ante una vida que te lleva por encima una vida implacable como el mar de algunos días en puerto eten en que besas cuarenta mil sirenas te tiras a tí mismo y para terminar de sentirte feliz te zampas un cebiche con un par de cervezas recontra heladitas señora trateme bien por favor que siempre vengo a su local a pesar que cobre tan caro y sirva tan poquito solo porque usted me cae bien tía que le voy a hacer si se parece a mi vieja carajo como me vas a comparar con una chola de mierda cualquiera para eso suda una para que lleguen a los veinticuatro la comparen a una y encima sean todo un futuro solterón y que yo no entiendo porque me manda esto la vida virgencita y es que deje a la virgencita traquila que no le hace daño a nadie estando paradita allí porque ella no sabe cometer errores es feliz pero no sabe cometer errores raro tipo de felicidad verdad será por eso que está en el cielo y no la caga tanto como nosotros y su vida si es perfecta no como nuestra vida caída de alguna lluvia ácida recogida lavada a regañadientes maquillada y vendida al mejor estúpido tu pues hijito.